Cuando recibes el diagnóstico de escoliosis de tu hijo, te asaltan las dudas, la incertidumbre y, sobre todo, el miedo. ¿Qué hacer? ¿Por dónde empezar? ¿Cómo saber si estás yendo por el camino correcto?
En este artículo te voy a ofrecer una analogía muy visual y potente que te ayudará a entender el tratamiento de la escoliosis como un verdadero viaje en avión. Esta metáfora no solo te dará claridad mental, sino que también te permitirá ubicarte en el proceso y actuar con más confianza en cada fase.
🚀 Fase 1: Despegue y ascenso – El arranque del tratamiento
En esta etapa, el avión (tu familia) está en la pista. Aún no ha despegado, pero ya tiene un destino claro: que la columna de tu hijo llegue lo mejor posible al final de su crecimiento.
Aquí empieza todo. Tenéis que arrancar motores, ganar velocidad y despegar. Esta es una fase exigente, que requiere energía, foco y acción. En nuestro caso, en La Escuela del Cuerpo, esta fase dura aproximadamente cuatro meses y medio, en los que capacitamos a las familias para que sean autónomas en el manejo de la escoliosis.
➡️ ¿Qué implica esta fase?
- Inicio de la fisioterapia específica.
- Posible inicio del uso del corsé.
- Asimilación de información y adquisición de hábitos terapéuticos.
- Mucha implicación emocional y logística por parte de la familia.
✈️ Fase 2: Vuelo – Mantener el rumbo con constancia
Una vez alcanzada la altura de crucero, el avión entra en la fase de vuelo. Esta es la más larga y, a menudo, la más difícil de sostener.
El objetivo ahora es mantenerse en el aire sin perder altura ni desviarse del rumbo. Esto requiere combustible (motivación), sistemas de control (revisiones, seguimiento profesional) y ajustes constantes (adaptación del tratamiento a medida que tu hijo crece).
➡️ ¿Qué desafíos suelen aparecer aquí?
- Cansancio acumulado por parte de la familia.
- Bajada del nivel de motivación al desaparecer el miedo inicial.
- Tentación de relajar los tratamientos.
- Aparición de «turbulencias»: cambios en la evolución, problemas con el corsé, desmotivación del niño…
Esta fase puede durar años, dependiendo de cuándo se diagnosticó la escoliosis. Es clave no bajar la guardia aquí.
🛬 Fase 3: Descenso y aterrizaje – El final del trayecto
Cuando el final del crecimiento está cerca, comienza el descenso. Ya se ve el destino, pero hay que mantener la atención hasta que el avión toque tierra.
En esta fase, la exigencia de los tratamientos empieza a disminuir de forma progresiva. Se inicia una desescalada cuidadosa y controlada, hasta que llega el momento del aterrizaje:
- El crecimiento termina.
- Se retiran los tratamientos.
- La escoliosis se estabiliza.
- Y, por fin, podéis relajaros.
🧠 ¿Y el combustible emocional?
Hay un aspecto que muchas familias olvidan y que es fundamental para que el avión llegue a su destino: tu estado emocional.
- En la fase de despegue, el miedo te impulsa y te da energía.
- En la fase de vuelo, ese miedo disminuye, y puede llegar el agotamiento. Aquí es donde muchas familias pierden el rumbo.
- En la fase de aterrizaje, ya casi sin combustible, solo necesitas mantener la concentración un poco más para terminar bien el viaje.
Tomar conciencia de cómo te sientes en cada fase y actuar con inteligencia emocional puede marcar la diferencia entre un vuelo seguro y uno lleno de sobresaltos.
🎯 Conclusión
Pensar en el tratamiento de la escoliosis como un viaje en avión puede ayudarte a entender mejor el proceso, a ubicarte emocionalmente y a tomar decisiones con más seguridad.
✅ Si estás empezando, enfócate en arrancar con fuerza.
✅ Si estás en pleno vuelo, mantén el rumbo y no pierdas la motivación.
✅ Y si estás cerca del final, no te distraigas: ¡el aterrizaje es crucial!
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