Cuando a un niño o adolescente se le diagnostica escoliosis moderada (entre 25º y 40º de curvatura), una de las dudas más comunes entre las familias es si el corsé por sí solo es suficiente o si es mejor combinarlo con ejercicios específicos. Esta pregunta no es menor, ya que de la estrategia que elijamos puede depender en gran medida el pronóstico a medio y largo plazo.
En este artículo analizamos los resultados de un estudio publicado en 2022 en la Revista Europea de la Columna Vertebral, titulado «Eficacia del uso del corsé y los ejercicios en la escoliosis idiopática del adolescente: un estudio que siguió la evolución de los pacientes a lo largo del tiempo». También hacemos una breve referencia al famoso estudio de 2013 publicado en la Revista de Medicina de Nueva Inglaterra, que evaluó el uso exclusivo del corsé.
👉 Quédate hasta el final, porque además de conocer la mejor estrategia terapéutica, descubrirás cuál es el error más común que puede hacer que todo este esfuerzo no funcione.
¿Corsé solo o corsé + ejercicios?
El estudio de 2022 investigó el impacto de combinar el uso del corsé con ejercicios específicos basados en el método Schroth, una técnica fisioterapéutica diseñada específicamente para la escoliosis. Los resultados fueron concluyentes: el 88,5% de los pacientes que siguieron ambos tratamientos evitaron que la escoliosis empeorara.
Más aún, dentro de este grupo, aquellos que cumplieron el tratamiento de forma estricta (usando el corsé más de 20 horas al día y realizando los ejercicios con regularidad) no mostraron progresión alguna en la curvatura.
Además, lograron una corrección dentro del corsé del 50%, lo que supera ampliamente el mínimo del 30% que se considera necesario para un buen pronóstico.
Cuando comparamos estos datos con los del estudio de 2013, que evaluó únicamente el corsé sin ejercicios y obtuvo un 72% de éxito en frenar la progresión, la diferencia es clara: la combinación de corsé y ejercicios mejora significativamente los resultados.
Lección principal: el tratamiento combinado funciona mejor
La principal conclusión que podemos extraer es evidente: el tratamiento combinado es más eficaz. Si queremos dar a un niño o adolescente la mejor oportunidad de estabilizar su columna y evitar que la curva progrese, la combinación del corsé con ejercicios específicos como los del método Schroth es la mejor opción disponible hoy en día.
Pero hay una condición fundamental: la adherencia. El tratamiento solo funciona si se sigue correctamente.
El error más común: confiarse y no ser constantes
Uno de los fallos más frecuentes en el tratamiento de la escoliosis es pensar que con el corsé es suficiente. Pero igual de perjudicial puede ser hacer los ejercicios de forma esporádica o no cumplir las horas recomendadas de uso del corsé.
Sin constancia, no hay resultados. La escoliosis puede seguir avanzando de forma silenciosa si no se mantiene una rutina clara y supervisada. Cada semana cuenta y, si se pierde tiempo, el pronóstico puede empeorar.
Conclusión
La ciencia es clara: combinar corsé y ejercicios específicos ofrece mejores resultados que usar solo el corsé. No se trata de elegir entre uno u otro, sino de integrar ambos dentro de un plan de tratamiento individualizado y bien supervisado.
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¡Nos vemos en el próximo artículo!